sábado, 21 de noviembre de 2015

Adicciones impiden otra vez que Luis Miguel concluya concierto


Al filo de la diez de la noche, el Auditorio Nacional en la Ciudad de México estaba abarrotado. Los seguidores de Luis Miguel esperaban con ansias su regreso después de que se anunció su regreso triunfal luego de una época de altibajos. La expectativa era mucha, pero “El Sol”, lo volvió a hacer.
Tras apagarse las luces del foro, Luis Miguel abrió su presentación con un popurrí. Se le veía con ojeras, la cara hinchada y sacaba repetidamente la lengua torciendo la quijada. Con la mirada perdida iba de una esquina a otra del escenario dando tumbos entre las bocinas y cada vez más dejaba de cantar echándole la responsabilidad a sus coros.
Pasados 15 minutos de ese triste espectáculo, los murmuros ya eran imparables, se apagaron las luces, paro la música y Luis Miguel abandonó el escenario.
Luego de un rato la gente estaba desconcertada, algunos empezaron a gritar improperios e insultar a “El Sol”. Otros más pacientes se reacomodaban en sus lugares y fingían que nada estaba pesando. Finalmente después de 20 minutos, un empleado del Auditorio salió a avisar “que por motivo del clima y la temperatura”, Luis Miguel cancelaba su concierto. La rechiflas y las mentadas se volcaron de inmediato.
El público estaba enardecido. Unos gritaban hasta saciarse, mientras que otros casi llegan a los golpes al abandonar el recinto. Por otra esquina unas más lloraban, mientras que por el flanco derecho una nutrida porra gritaba “Potrillo”, “Potrillo”, en alusión a Alejandro Fernández que anunció una gira al lado de Luis Miguel en los próximos meses.
A pesar de que la administración del auditorio Nacional advirtió a los asistentes que los que gustaran podrían conservar su boleto para una presentación posterior, la mitad de ellos advirtió que preferirían la devolución de su dinero.
El día de mañana se tenía programada otra presentación, pero por el estado alterado en que se encontraba Luis Miguel el día de hoy, difícilmente podrá cumplir el compromiso.
La decepción y la ira fue el colofón del concierto cancelado por Luis Miguel. En la retirada, varios entre el enojo y la tristeza auguraban el final de la carrera del que alguna vez fue su ídolo musical.

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